Las frutillas no solo añaden un sabor delicioso, dulce, levemente ácido y fresco a las comidas, sino que también aportan una serie de beneficios muy buenos para la salud. En este artículo se desarrollará sobre todas sus propiedades con el objetivo de sacar el máximo provecho a esta noble fruta, desde su información nutricional a cómo conservarlas para aprovechar todo su aporte de vitaminas y minerales.
¿Cuáles son los beneficios de comer frutillas?
Las frutillas son una excelente fuente de antioxidantes, especialmente de vitamina C, que contribuye al funcionamiento del sistema inmunológico y a proteger a las células contra el daño oxidativo. También contienen fibra, que favorece la digestión y ayuda a mantener los niveles de azúcar en sangre estables. Están llenas de fitonutrientes, como los flavonoides, que tienen propiedades anti inflamatorias y cardiovasculares.
Información nutricional de las frutillas
Las frutillas son una opción de snack rico, saludable y de bajo aporte calórico. Es reducida en carbohidratos y azúcares, por lo que es adecuada incluso para personas que están cuidando el consumo de este macronutriente. Las frutillas están naturalmente libres de grasa y sodio.
Son una gran fuente de vitaminas y nutrientes esenciales
Las frutillas son ricas en vitamina C, A, K y vitamina B9 (ácido fólico). También contienen minerales como el potasio y el manganeso, esenciales para la salud. Su contenido de fibra ayuda a la digestión y puede ayudar a un mejor control de peso al proporcionar saciedad al organismo.
Lavarlas correctamente antes de consumirlas es muy importante
Este paso es para asegurar que se está eliminando cualquier tipo de suciedad o residuo. Se deben enjuagar suavemente bajo agua fría, pero hay que evitar remojarlas durante mucho tiempo para prevenir la absorción excesiva de agua, ya que esto puede afectar su sabor y textura.
¿Cómo conservar las frutillas adecuadamente?
Para asegurarse de que mantengan su sabor y valor nutricional, es importante manejarlas con cuidado y almacenarlas acordemente. Primero, es importante saber que las frutillas deben lavarse solo antes de ser consumidas para evitar que absorban demasiada humedad. Al momento de guardarlas en la heladera, se recomienda hacerlo dentro de en un recipiente ventilado y no apretado. De esta manera se podrán guardar por hasta 5 días. Si se desea conservarlas por más tiempo, se pueden congelar. La mejor manera de hacerlo es colocándolas en una bolsa de congelación con cierre hermético.
Las frutillas no solo son deliciosas, sino que además ofrecen una gran variedad de beneficios para la salud debido a su contenido de antioxidantes, vitaminas y fibra. Al aprender cómo conservarlas y lavarlas adecuadamente, se puede disfrutar al máximo de todas sus cualidades nutritivas.
Incorporarlas a diario, ya sea como acompañamiento durante el desayuno o como snack saludable, siempre será una forma excelente de cuidar el bienestar general.