Light

Jugo

Legumbres

Lácteos

Miel

Gluten

Suplementos

Los alimentos light son esenciales en una alimentación saludable

Según el Código Alimentario Argentino, la definición de alimento “light” es aquel cuya composición química ha sido modificada o reducida en algún nutriente -cualquiera- para satisfacer necesidades particulares de nutrición y alimentación. No se refieren solo y exclusivamente a alimentos con menos calorías. El término “light” o “diet” abarca muchas otras posibles modificaciones.

Por lo tanto, vincular alimentos light solo a “menos calorías” es falso, así como también asociar lo “light” a una alimentación saludable.

Es importante prestar atención a la información completa de la etiqueta y no solo quedarse con la impresión de que lo “saludable” se limita a consumir solo productos “light”.

Es lo mismo consumir la fruta en jugo que entera

Es común creer que la forma en la se consuma la fruta es indistinto en cuanto a los beneficios nutricionales, pero la realidad es que no es lo mismo consumir la fruta entera que el jugo de la misma, porque este no conserva las mismas características.

Al realizar un jugo con la fruta, los azúcares presentes en el producto final estarán libres en el líquido resultante, lo que permitirá que sean absorbidos muy rápidamente por el organismo, elevando más rápidamente el nivel de glucemia.

Al consumir la fruta entera, se consume en su propia matriz y con la fibra presente en la misma; y más allá de los beneficios nutricionales también brinda sensación de saciedad.

Las legumbres siempre generan gases

Las legumbres son esenciales en nuestra alimentación. Son una fuente importante de fibra y aportan un 50% más de proteínas que los cereales como el trigo. Además, existe una gran variedad de opciones: porotos (negros, colorados, alubias, pallares), lentejas, lentejones, arvejas, garbanzos, soja, entre otras.

No todas las personas experimentan gases o sensación de malestar al consumir legumbres, esto dependerá de cómo el cuerpo las asimile. Las legumbres y los gases están relacionados debido a su contenido en hidratos de carbono complejos y fibra que se digieren lentamente y pueden causar sensaciones de pesadez o hinchazón.

Pero hay formas de evitar los gases al consumir legumbres:

  • Ponerlas en remojo 24 hs antes de cocinarlas.
  • Germinarlas.
  • Fermentarlas
  • Sacarles la cáscara.

Los lácteos no son necesarios

Las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA), desarrolladas por el Ministerio de Salud de la Nación, recomiendan incorporar 3 lácteos al día (un vaso de leche, una porción de yogur y una porción de queso).

Estos alimentos son importantes para formar y fortalecer huesos y dientes, entre otras funciones. Son fuentes de proteínas de alto valor biológico (alta calidad nutricional), de vitaminas A, D, B2 y B12 y minerales (calcio, fósforo y magnesio).

Además de ser aliados de nuestra salud ósea, hay numerosos estudios que muestran que hay una relación de protección frente al riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

También se ha encontrado una asociación positiva entre el consumo de yogur y la prevención de ganancia de peso a largo plazo o el desarrollo de Diabetes tipo 2. Los lácteos son la principal fuente de calcio de alta biodisponibilidad (forma en la que el cuerpo lo puede utilizar). Diferente al caso del de origen vegetal, cuya biodisponibilidad es más baja.

La miel es más saludable que el azúcar

La miel contiene vitaminas, minerales y antioxidantes únicos que la diferencia del azúcar blanca que se suele consumir. Sin embargo, estos nutrientes están presentes en cantidades mínimas, por lo que sería necesario consumir grandes volúmenes para obtener un valor significativo de los mismos. Esto, llevaría a exceder las recomendaciones de consumo de azúcar, al ser uno de sus principales componentes los azúcares simples.

La afirmación de que “la miel es más saludable que el azúcar” no es totalmente apropiada. La miel se debe consumir con moderación, al igual que otros tipos de edulcorantes como: el azúcar negra, rubia, blanca o cualquiera de las variedades presentes en el mercado.

El gluten hace mal y habría que evitarlo

Como pasa con muchas patologías, la intolerancia al gluten es mucho más conocida que antes. El hecho de que estemos más conscientes sobre esta intolerancia puede llevar a realizar diagnósticos tempranos, teniendo innumerables beneficios para el tratamiento. Pero al mismo tiempo, al generarse tanta comunicación sobre un término concreto y convertirse en algo masivo, puede terminar generando recomendaciones erróneas.

Esto último ha sucedido con el gluten, que se encuentra en discusión permanente. La realidad es que, salvo una indicación médica prescriba su exclusión, no está recomendado dejar de consumirlo.

El gluten es una fracción proteica presente en el trigo, la avena, la cebada y el centeno (la harina de trigo es utilizada en infinidad de preparaciones). Estos alimentos aportan principalmente Hidratos de Carbono, fuente de energía fundamental para el organismo. Por lo tanto, no se recomienda generalizar que una dieta sin gluten sea beneficiosa para todas las personas, salvo aquellas que padezcan celiaquía o alguna sensibilidad al gluten. En cambio, se puede intentar reemplazar al menos una parte de la harina blanca por integral, que permitirá sumar más nutrientes y fibra a la alimentación diaria.

Siempre es necesario tomar suplementos vitamínicos

Los suplementos vitamínicos deben ser indicados por un profesional de la salud, al detectar en análisis clínicos alguna alteración de valores relacionados con algún nutriente, o de manera preventiva en los casos de personas que excluyen ciertos grupos de alimentos.

En el caso de un patrón alimentario vegetariano o vegano (sobre todo en este último), siempre está indicada la suplementación de B12 por no consumir alimentos de origen animal (los únicos que la contienen). También está indicada la suplementación de Vitamina D en caso de que no se consuman lácteos, que son los alimentos fortificados con esta vitamina.

Sin embargo, llevando a cabo una alimentación variada y equilibrada – y en el caso de que no se excluya ningún grupo de alimentos – se podrán obtener todos los nutrientes necesarios. Por lo tanto, la afirmación de que siempre es necesario tomar suplementos vitamínicos, es falsa.