Las grasas totales son un componente esencial en la dieta y desempeñan un papel fundamental en el funcionamiento saludable en el cuerpo humano.
Son una fuente concentrada de energía, proporcionando más del doble de calorías por gramo en comparación con las proteínas y los carbohidratos. Sin embargo, no todas las grasas son iguales y es importante entender cómo afectan en la salud.
Tipos de grasas totales
Las grasas totales se dividen en varios tipos, siendo los más comunes los ácidos grasos saturados, insaturados y trans. Las grasas saturadas, son aquellas que están presentes en alimentos como carnes grasas, productos lácteos enteros y algunos aceites y han sido asociadas con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Por otro lado, las grasas insaturadas, que se encuentran en alimentos como las paltas, las nueces y los aceites vegetales, son beneficiosas para la salud del corazón al ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL, el colesterol malo.
Las grasas trans, que suelen generarse durante el procesamiento industrial de alimentos, son consideradas las más perjudiciales. Estas grasas pueden encontrarse en productos horneados, comidas rápidas y en los alimentos procesados. Consumir grasas trans en exceso puede elevar el colesterol LDL y disminuir el colesterol HDL, colesterol bueno, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y otras afecciones crónicas.
El exceso de grasas trae complicaciones
Es esencial mantener un equilibrio en la ingesta de grasas totales. Si bien las grasas son necesarias para el funcionamiento adecuado del cuerpo, un exceso puede contribuir al aumento de peso no deseado y a problemas de salud a largo plazo. Generalmente, se recomienda que las grasas totales representen entre el 20% y el 35% de la ingesta calórica diaria total en cada organismo.
Por esta razón, optar por fuentes de grasas insaturadas, como pescado, aceite de oliva y consumir palta, puede ayudar a mejorar la salud cardiovascular y reducir la inflamación en el cuerpo.
Además, a la hora de comprar productos en los mercados es importante leer las etiquetas y hexágonos de los alimentos, ya que son útiles para identificar y evitar productos con alto contenido de grasas trans y saturadas.
Conclusiones
En resumen, las grasas totales son un componente esencial de la dieta humana, proporcionando energía y contribuyendo a diversas funciones biológicas. Pero, no todas las grasas son beneficiosas para la salud, por lo que mantener un equilibrio adecuado y hacer elecciones inteligentes en la dieta puede marcar la diferencia en la prevención de enfermedades y el mantenimiento de un estilo de vida saludable a largo plazo.