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La primera señal de advertencia

La forma en que deben aplicarse los sellos negros hace que algunos alimentos que tienen una cantidad muy alta de sodio, azúcar o grasas, tengan los mismos sellos negros que otros que apenas exceden en un mínimo el valor límite o umbral. Por lo tanto, es esencial acostumbrarse de a poco a usar las advertencias como una primera señal, pero no quedarnos ahí. Debemos informarnos bien, haciendo una comparación entre alimentos similares con la misma cantidad de sellos, pero leyendo con atención el resto de la etiqueta.

Algunos alimentos, aún cuando tengan sellos, podrían no perder la condición de ser una buena opción para elegir, sobre todo si aportan nutrientes esenciales. Este es el caso de yogures, verduras, legumbres o pescados envasados, panes o tostadas integrales o de salvado, entre otros.

Algunos de estos alimentos son recomendados por las GAPA (Guías Alimentarias para la Población Argentina) y el hecho de tener un sello negro no los convierte necesariamente en malas elecciones.

Del otro lado del envase

En la tabla nutricional que suele estar en la parte trasera del envase encontramos la información nutricional completa de los alimentos. Algunas recomendaciones son las siguientes:

– Tengamos en cuenta el tamaño de porción que indica la etiqueta: nuestra alimentación será más saludable si no nos excedemos de esa cantidad cada vez que consumimos un alimento.

– Prestemos atención a la última columna de la tabla nutricional (%VD). Si ese valor en proteínas o fibra es mayor a 10, puede ser una buena opción, sobre todo si el mismo %VD de grasas, sodio o calorías (energía) es similar o menor. Además, si figura el valor de alguna vitamina o de hierro o calcio, significa que el alimento está fortificado en esos nutrientes. ¡Y eso es bueno!

– También debemos prestar atención al porcentaje (%) en sodio o en grasas: si es inferior a 10, significa que el exceso de esos nutrientes no es tan significativo.