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El sodio está presente en muchos de los alimentos que consumimos, tanto industrializados como artesanales. Es uno de los componentes principales de la sal de mesa; y al igual que con el azúcar y las grasas, el consumo de sodio en Argentina supera las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

Mientras se recomienda una ingesta de hasta 2000 mg por día, en nuestro país se consumen más del doble.

¿De dónde proviene el sodio que consumimos?

Después de la sal de mesa, la que se agrega al cocinar, los panificados, quesos y galletitas son la principal fuente de sodio de la dieta argentina. También suman mucho sodio el consumo de pizza y sándwiches de fiambres.

¿Por qué un sello de exceso en sodio?

El consumo de sodio en exceso está relacionado con el desarrollo de hipertensión arterial. En Argentina, la presión arterial elevada explicaría el 62% de los accidentes cerebrovasculares y el 49% de las enfermedades coronarias. Por lo tanto, concientizar sobre el consumo de sodio en nuestro país es una tarea fundamental.

Aporte de sal y sodio de los alimentos

Más allá de los alimentos envasados, que pueden llevar sellos de advertencia, es importante saber que muchos alimentos que no están industrializados o envasados también pueden aportar altas cantidades de sodio. Algunos ejemplos: papas fritas caseras, pizzas (delivery), pan de panadería, fiambres, embutidos, achuras o menudencias.