Una alimentación saludable es clave para mantener una buena salud a lo largo de toda la vida. Sin embargo, en la sociedad actual, es común encontrar una amplia variedad de alimentos ricos en grasas saturadas y grasas trans, las cuales pueden ser perjudiciales para el organismo si se consumen en exceso. 

De todos modos, cabe destacar que evitar los excesos de estas grasas y llevar una dieta más equilibrada es posible. A continuación, algunos consejos que ayudar a promover un estilo de vida más saludable. 

Grasas Saturadas y Trans

Las grasas saturadas y trans son consideradas grasas malas porque pueden aumentar los niveles de colesterol LDL (colesterol malo) en la sangre, lo que incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y otras afecciones.  

Estas grasas generalmente se encuentran en alimentos de origen animal, productos procesados y alimentos fritos. 

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Tips para Reducir las Grasas Saturadas y Trans en la Alimentación

Para reducir el consumo de grasas saturadas y trans es importante seguir las siguientes recomendaciones: 

  • Optar por grasas saludables: Las grasas saludables, como las que se encuentran en el aceite de oliva, los frutos secos, las semillas y la palta, son beneficiosas para la salud cardiovascular. Se recomienda reemplazar las grasas saturadas y trans en la dieta por estas opciones más saludables.  
  • Leer las etiquetas: Hay que leer las etiquetas de los productos alimenticios antes de comprarlos, para buscar aquellos que contengan menos grasas saturadas y trans y elegir alternativas más saludables.
     
  • Consumir carnes magras: Al seleccionar carnes, se recomiendan los cortes magros y eliminar el exceso de grasa visible antes de cocinarlas. También, evitar las carnes procesadas y embutidos, ya que suelen ser ricos en grasas poco saludables para el organismo.
     
  • Reducir el consumo de productos ultraprocesados: Estos alimentos suelen contener altas cantidades de grasas saturadas y trans, además de sodio y azúcares añadidos. Optar por opciones más naturales y frescas en su lugar, es beneficioso para la salud.
  • Cocinar en casa: Preparar comidas en casa, da un mayor control sobre los ingredientes que se utilizan como también, los métodos de cocción para que sean más saludables (tales como asar, hornear o cocinar al vapor), en lugar de freír los alimentos que se van a consumir.
     
  • Aumentar el consumo de frutas y verduras: Estos alimentos son bajos en grasas y ricos en nutrientes esenciales. Añadirlos a las comidas, en desayunos y meriendas aumenta la ingesta de vitaminas, minerales y fibra.
     
  • Elegir lácteos bajos en grasa: Opta por productos lácteos bajos en grasa o desnatados en lugar de los lácteos enteros.
     
  • Moderación en el consumo de dulces y snacks: Limitar las cantidades de dulces, galletitas, tortas y snacks salados en la dieta, ya que estos suelen ser ricos en grasas poco saludables. 

Alimentación Balanceada, Alimentación Saludable

Con todas las recomendaciones anteriores, se puede llevar una alimentación balanceada que es fundamental para mantener una buena salud y prevenir enfermedades.  

Sin embargo, por sobre esta información, siempre es de vital importancia consultar a un profesional de la nutrición respecto a un plan personalizado y adaptado a las necesidades y objetivos específicos que se deseen alcanzar.  

Lograr una alimentación saludable es posible: un estilo de vida más saludable siempre permite transitar el camino de bienestar general para el organismo. 

 

  

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