6. Modulación dietaria del microbioma
El patrón dietario global lamentablemente se caracteriza por un alto consumo de grasas saturadas, grasas trans y azúcares agregados, asociado a muy bajo consumo de vegetales, frutas y cereales enteros, principales fuente de fibra dietaria. Esto ha contribuido al aumento gradual de enfermedades crónicas no transmisibles como la obesidad y la DM2.
La dieta es uno de los factores más importantes que modula la microbiota en general y en particular en las personas que viven con obesidad.
Los microorganismos intestinales dependen de la dieta del huésped para sobrevivir y recolectar energía, por lo tanto, los cambios en el patrón dietario tienen un gran impacto en la MI.
Un mayor consumo de grasas por parte de adultos jóvenes sanos se asocia con cambios desfavorables en la MI, los perfiles metabólico-fecales y los factores proinflamatorios plasmáticos, lo que podría tener consecuencias adversas para la salud. xlvi
Las dietas ricas en grasas saturadas pueden ejercen efectos desfavorables sobre la MI. Aquellas altas en ácidos grasos monoinsaturados como los predominantes en el aceite de oliva o canola, pueden afectar negativamente a la MI, mientras que los poliinsaturados, como los presentes en los pescados azules, no parecen afectarla negativamente, ni a la salud metabólica. Sin embargo, los datos publicados no son consistentes en relación con el tipo de grasa consumida. xlvii
Por el contrario las dietas ricas en fibra promueven un perfil metabólico saludable en pacientes con obesidad, DM2, además de reducir el riesgo de enfermedad coronaria.