7. ¿Qué implicancias tienen las diferencias en la composición del microbioma intestinal de niños y adultos?
Un estudio reciente (Ou, 2022) describe el desarrollo de la microbiota intestinal en niños sanos desde el nacimiento hasta los 10 años. En la niñez se observaron cuatro grupos de bacterias, dos de los cuales aumentaban su prevalencia con la edad. La lactancia materna estuvo estrechamente relacionada con la composición de la microbiota hasta los 10 años, lo que implica que desempeña un importante rol en la formación de la ecología microbiana intestinal.
Otro estudio, aunque en este caso poblacional (Radjabzadeh, 2020) recolectó el microbioma fecal de niños y adultos de dos cohortes basados en la población, que comprendían 2.111 niños de 9 a 12 años de edad (el Estudio de la Generación R) y 1.427 adultos de 46 a 88 años de edad de 46 a 88 años. La comparación de las dos cohortes mostró que los niños tenían una diversidad del microbioma intestinal significativamente menor. Además, se observó una mayor abundancia relativa del género Bacteroides en los niños y una mayor abundancia relativa del género Blautia en los adultos.
El análisis del metagenoma* funcional mostró una sobrerrepresentación de las vías de degradación de glicanos**, riboflavina (vitamina B2), piridoxina (vitamina B6) y folato (vitamina B9) en los niños. En cambio, el microbioma intestinal de los adultos mostró una mayor abundancia del metabolismo de los carbohidratos, la resistencia a los antibióticos betalactámicos, la biosíntesis de tiamina (vitamina B1) y pantoténico (vitamina B5). En los niños se observó un predominio de las vías catabólicas (degradación de valina, leucina e isoleucina) en comparación con las vías biosintéticas de los adultos (biosíntesis de valina, leucina e biosíntesis de valina, leucina e isoleucina) lo que sugiere un cambio funcional del microbioma hacia estas últimas en los individuos adultos. (Radjabzadeh, 2020).
Si bien ahora disponemos de más información sobre los cambios en la composición de la microbiota, es importante saber lo que implican para la salud de los niños.
El desarrollo del microbioma intestinal supone un paso hacia una mayor diversidad bacteriana y una complejidad funcional que implica una degradación de los carbohidratos complejos, la síntesis de los ácidos grasos de cadena corta y el metabolismo de los xenobióticos (fármacos y contaminantes ambientales), entre otros factores. Algunos autores (Zhong y cols., 2019) argumentan que, cuantos más vegetales se ingieren en la dieta, mejor es la respuesta metabólica a la glucosa, gracias a la gran abundancia de Bacteroides o Prevotella en el intestino del niño.
Todas estas funciones del microbioma contribuyen al desarrollo del niño y reflejan la diversidad de los sustratos en la dieta del adulto.
En resumen, estos estudios recientes sugieren que el desarrollo del microbioma intestinal podría ser más lento de lo que se pensaba. Teniendo en cuenta que la dieta es uno de los factores más determinantes a la hora de modelar el microbioma intestinal, estos hallazgos explican por qué la mejora de la alimentación en niños y jóvenes adultos podría favorecer una buena salud a largo plazo y prevenir enfermedades.
* El metagenoma es la estructura y función de todas las secuencias de nucleótidos aisladas y analizadas de todos los organismos (habitualmente microbios) en una muestra a granel.
* * Los glicanos son un tipo de azúcares encargados de la formación de la estructura de la célula o bien de ejercer la función de almacenamiento energético de la misma.