Introducción Módulo 4
De los aproximadamente siete mil novecientos millones de personas que habitan el planeta tierra, más de dos mil millones de adultos viven con sobrepeso y más de 850 millones padecen de obesidad. Esta enfermedad aumenta el riesgo de padecer resistencia a la insulina, diabetes mellitus tipo 2 (DM2), enfermedad metabólica hepática, varios tipos de cáncer, apnea obstructiva del sueño (AOS), y enfermedad cardiovascular (ECV). i
Para muchas personas perder el exceso de peso es difícil de lograr y aún más, mantenerlo. La razón de esta dificultad es que el peso corporal está regulado por complejos mecanismos hormonales, neuronales y metabólicos. Entre ellos, los microorganismos que componen la microbiota intestinal (MI) ejercen efectos directos sobre la digestión, la absorción y el metabolismo de los alimentos que afectan así el peso corporal. Es por ello que las investigaciones recientes se han centrado cada vez más en comprender el papel de la MI y sus metabolitos como mecanismo importante en la etiopatogenia de la obesidad. Mas allá de determinante tempranos, como el tipo de parto, la presencia de lactancia materna o el uso de antibióticos, la dieta es uno de los principales moduladores de la MI. A su vez, esta se nutre de los residuos de alimentos que el organismo humano no es capaz de digerir, del moco secretado por el intestino y de las células muertas. De esta manera la microbiota recupera nutrientes y energía. De hecho, la fermentación de la fibra- es decir lo no digerible vegetal- en ciego y colon derecho constituye una fuente de energía para la proliferación bacteriana y produce ácidos grasos de cadena corta (AGCC) que el intestino humano puede absorber.ii
Una microbiota saludable presenta dos características centrales. Por un lado es muy diversa , de hecho, la falta de diversidad se asocia con enfermedades inflamatorias crónicas como la obesidad. iiiPor el otro lado, una característica típica de salud es el equilibrio dinámico, es decir la resiliencia, la capacidad de la MI para resistir perturbaciones y volver a un estado de equilibrio, como por ejemplo, luego de un tratamiento con antibióticos. El microbioma intestinal produce diversas sustancias llamadas posbioticos, como los AGCC, aminoácidos esenciales, vitaminas, sustancias antiinflamatorias, analgésicas y antioxidantes. Simultáneamente, puede generar productos perjudiciales para la salud como las neurotoxinas, los carcinógenos e inmunotoxinas que pueden ingresar a la sangre, regular la expresión de genes, afectar la inmunidad y las vías metabólicas. iv v