Los edulcorantes no calóricos son sólo aditivos alimentarios de sabor dulce que han sido debidamente aprobados por las autoridades sanitarias internacionales luego de exhaustivas revisiones de todas las investigaciones científicas disponibles.  

Se utiliza comúnmente como una alternativa para endulzar los alimentos y las bebidas sin añadir calorías adicionales, lo que los convierte en una opción atractiva para las personas que buscan reducir su ingesta calórica o controlar su nivel de azúcar en la sangre.  

Los edulcorantes no calóricos son aditivos alimentarios con la capacidad de endulzar mucho más que el azúcar de mesa (sacarosa), por lo cual se utiliza una cantidad mucho menor para lograr el mismo sabor dulce. 

Entre los edulcorantes no calóricos más usados están el acesulfamo K, el aspartamo, el ciclamato y sus sales, la estevia (glicósidos de esteviol), la neohesperidina dihidrochalcona, la sacarina y sus sales y la sucralosa, que son entre 150 a 600 veces más dulces que la sacarosa (azúcar de mesa utilizada como estándar de dulzor). 

cuchara con edulcorante

La OMS: ¿Qué piensa sobre los edulcorantes? 

La OMS, a través de su Evaluación de Riesgos para la Salud Humana (JECFA), ha establecido una ingesta diaria admisible (IDA) para varios edulcorantes artificiales, incluyendo el aspartame, la sacarina, el ciclamato y el acesulfame-K.  

Estas IDA representan la cantidad de edulcorante que se puede consumir diariamente sin representar un riesgo para la salud. 

En general, la OMS ha concluido que el uso de edulcorantes artificiales dentro de los límites de las IDA no representa un riesgo significativo para la salud humana a corto plazo.  

¿El consumo de edulcorante tiene efectos secundarios? 

Utilizarlos como parte de una dieta equilibrada y mantener los límites de la IDA recomendada por la OMS puede ser una opción segura para las personas que lo consuman. Sin embargo, es fundamental recordar que las necesidades nutricionales varían de persona a persona, y lo que funciona para uno puede no ser adecuado para otro. 

Lo que sí recomienda la OMS es reducir el consumo de azúcares agregados en general. Esto se debe a que una ingesta excesiva de azúcares añadidos se ha asociado con una serie de problemas de salud, como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares. Optar por fuentes naturales dulces como las frutas frescas, es una forma efectiva de satisfacer el deseo de lo dulce. 

Diferentes opiniones sobre los edulcorantes

El edulcorante, un componente esencial en la vida moderna, ha revolucionado la forma en que se percibe el dulzor en cada alimento que se consume. En un mundo cada vez más consciente de la salud, donde el azúcar se considera el “enemigo público número uno, los edulcorantes se han convertido en una alternativa invaluable.  

Estos compuestos, que pueden ser naturales o artificiales, ofrecen el dulzor deseado sin las calorías asociadas al azúcar tradicional. Su papel trasciende las fronteras de las dietas para personas con diabetes, por ejemplo; se han convertido en un elemento básico en la industria alimentaria y en los hogares de todo el mundo. 

Los edulcorantes, desde el clásico azúcar de mesa hasta los innovadores edulcorantes artificiales como el aspartamo y la sucralosa, han transformado la relación con el dulce.  

Edulcorante: una opción para consumir moderadamente 

Estos compuestos, a menudo cientos de veces más dulces que el azúcar, permiten a las personas disfrutar de un paladar dulce sin las preocupaciones sobre las calorías adicionales. No obstante, su uso ha suscitado debates sobre la seguridad y la salud a largo plazo.  

A medida que la ciencia avanza, se desentrañan los misterios de estos productos, ofreciendo perspectivas más claras sobre cómo pueden integrarse de manera segura en la dieta diaria. Este mundo de sabores dulces, complejo y multifacético, continúa desafiando las percepciones e invita a reconsiderar qué significa realmente el dulce en la vida cotidiana.  

En síntesis, los edulcorantes artificiales no son inherentemente malos para la salud si se consumen con moderación y dentro de los límites de las IDA establecidas por la OMS. Sin embargo, la mejor manera de mantener una dieta equilibrada y saludable sigue siendo reducir el consumo de azúcares agregados y optar por opciones más naturales siempre que sea posible. 

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