5. Patrones de Alimentación cardiosaludables con enfoque preventivo
Históricamente, el papel de los componentes dietarios ha sido el foco predominante acerca de la importancia de la nutrición en modificar el riesgo de las ENT. Sin embargo, habitualmente los alimentos se consumen en combinación entre sí más que aisladamente, por lo que muchas veces se hace dificultoso identificar cuáles son los componentes nutricionales responsables del efecto beneficioso, estimándose que en la mayoría de los casos es un conjunto de factores dietéticos los que actúan promoviendo la salud
Es por esta razón que, en los últimos años, se ha puesto una mayor atención a los patrones o perfiles dietarios y su relación con eventos clínicos del tipo de la ECV, diabetes mellitus tipo 2 y obesidad (xv).
Los patrones de alimentación saludables contienen una gran variedad de alimentos cardioprotectores que aportan múltiples nutrientes y fitoquímicos que al combinarse entre sí actúan con efectos positivos sinérgicos, en lugar de centrarse o hacer énfasis en el efecto aislado de alimentos o nutrientes concretos contenidos en ellos.
Desde hace décadas determinados patrones alimentarios han sido considerados saludables, mostrando efectos positivos en la salud, como la Dieta Mediterránea, Dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension), incorporándose más recientemente una alimentación basada en plantas o (plant based diet) (xvi).
La Dieta Mediterránea representa una valiosa herencia cultural que implica mucho más que simples pautas nutricionales. Es un estilo de vida equilibrado que abarca recetas, formas de cocinar, celebraciones, costumbres, productos típicos y actividades humanas diversas.
Se caracteriza por ser una dieta baja en carnes rojas, azúcares, dulces y grasas saturadas y alta en alimentos vegetales, frutos secos, aceite de oliva como condimento, pescados en abundancia y huevo con menor frecuencia, además de la incorporación de un estilo de vida activo.
Durante los últimos años se ha investigado extensamente sus efectos sobre la salud, demostrando mejoras de la salud cardiovascular, un mejor control de la glucosa, control sobre la pérdida de peso y puede prevenir algunos tipos de cáncer (xvii).
La dieta DASH fue diseñada por el NHLIB (National Institutes of Health National Heart, Lung, and Blood Institute) para tratar y/o prevenir la hipertensión arterial. Este patrón se basa en la inclusión de vegetales, frutas y alimentos lácteos con bajo contenido graso, y cantidades moderadas de cereales integrales, pescados, aves y frutos secos; se puede incluir carnes rojas, dulces y grasas en pequeñas cantidades.
Su objetivo fundamental es disminuir el aporte de sodio en la alimentación, incorporar una variedad de alimentos ricos en nutrientes que ayudan a disminuir los valores de la presión arterial, como el potasio, calcio, magnesio y fibra; también se caracteriza por su bajo contenido de grasas saturadas, colesterol y grasas totales.
La Dieta basada en plantas o Plant-Based Diet, es el patrón de alimentación basado en alimentos vegetales entre ellos frutas, verduras, frutos secos, semillas, aceites, granos enteros y leguminosas; puede incluir poco o nada de alimentos de origen animal.
Además de basarse en alimentos vegetales, en este perfil alimentario se recomienda evitar alimentos ultraprocesados (productos de bollería, carne procesada, cereales de caja, azúcares refinados y bebidas azucaradas, entre otros), demostrando tener efectos benéficos en la salud, entre ellos el control de la glucosa, la presión arterial y dependiendo del aporte calórico, puede ayudar al control del peso corporal.
Estos efectos se deben principalmente a la inclusión de alimentos vegetales que aportan cantidades importantes de nutrientes, fibra, vitaminas y minerales y en segundo lugar a la exclusión de alimentos ultra procesados (xviii).
Los tres patrones han demostrado tener efectos en la salud, presentando en común la ingesta de alimentos naturales o mínimamente procesados. Esto asegura un mayor consumo de antioxidantes, fibra dietética y grasas saludables. La elección de uno u otro debe de basarse en las preferencias personales y culturales, el conocimiento y los objetivos de la salud, el acceso a los alimentos de la región y la disposición, para realizar cambios en los hábitos de alimentación.
Actualmente, la mayoría de las guías alimentarias recomiendan la adopción de un patrón de alimentación individualizado a las características y necesidades nutricionales de cada persona, y especialmente la asesoría de un profesional de la salud, preferentemente un Licenciado en Nutrición.
¿Como se presentan los mensajes para la comunidad y los docentes? Por separado? Sino es preferible unirlos así:
Los profesionales de la salud no debemos dejar pasar la oportunidad de llevar a cabo una consejería simple, oportuna y adecuada a cada persona, su contexto y su condición.