2. Crecimiento y desarrollo saludables
La nutrición en niños pequeños de edades escolar y preescolar tiene una importancia crucial ya que una alimentación y nutrición adecuados permiten que el niño desarrolle su máximo potencial de crecimiento y desarrollo. Es una etapa fundamental ya que las acciones que lleven a una alimentación saludable que es uno de los pilares del estilo de vida saludable tienen un impacto en la salud de la niñez y prevención de Enfermedades Crónicas No Transmisibles( ECNT) en los adultos. El desarrollo de hábitos saludables sobre todo desde la alimentación van a conducir a una buena nutrición en el niño y a un adulto sano en el futuro.
Existen aspectos biológicos y clínicos relacionados con la alimentación en las diferentes etapas de la infancia.
La etapa preescolar que abarca la edad de los niños de 2 a 5 años en donde se encuentran en el ciclo de Educación inicial. En estos niños predominan en general el tiempo de alimentación compartido con la familia. La velocidad de crecimiento y sus cambios corporales se pueden ver desde que la velocidad de crecimiento que desacelera a partir del segundo año de vida y estos niños aumentan en promedio 2.000 a 3.000 gs. por año y 6 a 8 cm a partir de los 24 hasta los 60 meses.Tienen un aspecto de niños delgados y es donde hay un aumento de masa corporal. El rostro crece más que el cráneo ya que los maxilares se amplían por la preparación de la dentición permanente. En esta etapa los niños se mueven y exploran su ambiente con curiosidad e imitan las conductas de comer, se incorporan a la mesa familiar, participan de todas las comidas o por lo menos la mayoría y lo toman como una actividad social más. Las distracciones son fáciles pero pueden compartir la mesa por lo menos por 15 a 20 minutos. Manejan los cubiertos, pueden sostener los vasos, tomar líquidos, etcétera. En esta etapa vemos marcada la etapa de los niños que son quisquillosos o también conocidos como “picky eaters” que también conocemos como la etapa de la selectividad alimentaria. Aunque el niño elige a veces no comer, la comida es un evento que funciona como como actividad social y nos nos ofrece una oportunidad para acompañar la elección de los alimentos, el tamaño de las porciones, las formas de presentación del alimento en la mesa, la participación en la confección de la receta, etc.
La etapa escolar que abarca desde los 6 a 11 años de vida. En esta etapa podemos observar que el crecimiento continúa siendo lento y sostenido el niño aumenta aproximadamente 3.000 gs. por año y aquí ya acercándonos a la pubertad lo que observamos es un gran crecimiento de la masa ósea, mejoran la coordinación los movimientos y son más flexibles Se incrementa la fuerza muscular y tienen interés por desarrollar mayor actividad física. En cuanto a su comportamiento psicosocial tienen una la participación más pasiva en el hogar ya que disminuyen los tiempos compartidos con la familia, e incrementa la influencia de los compañeros y los medios de comunicación. Lo que se consume fuera del hogar es parte importante del ingreso diario de nutrientes sobre todo si el niño dispone de dinero para gastar los horarios de alimentación, ya que estarán determinados por la actividad escolar y la deportiva. Se comienza a ver la diferencia de ingesta entre varones y mujeres y aquí se establecen hábitos como el gusto o el disgusto por determinadas comidas que si en la etapa anterior observamos selectividad tal vez en esta etapa podamos observarla aún más marcada y puede persistir.
Los cambios culturales a nivel global y en nuestra comunidad implican a veces que la “pertenencia de un grupo” incluye consumir alimentos procesados o ultraprocesados, pobres nutricionalmente y ricos en grasas y azúcares así como bebidas azucaradas o con edulcorantes artificiales, etc.
Todos estos factores son importantes a tener en cuenta a la hora de referirnos a los requerimientos nutricionales necesarios en la infancia, así como también dependerán de la edad, del sexo, de la velocidad de crecimiento y el nivel de actividad física que realicen que describiremos luego. Las necesidades nutricionales en cuanto a macronutrientes, nos guiamos por los Intervalos aceptables de distribución de macronutrientes y (IADM) que es la distribución de macronutrientes asociada a la disminución del riesgo de Enfermedades Crónicas No Transmisibles y a la provisión de la ingesta de nutrientes esenciales. Ellos son: Hidratos de carbono, proteínas, grasas y los micronutrientes.
Hidratos de carbono: en la variedad adecuada aportan energía y fibras que favorecen la absorción de minerales y vitaminas. Proporcionan la energía necesaria para el movimiento en esta etapa y las funciones de atención y memoria. Para los IADM el aporte debe ser entre un 50 y 60 % de los macronutrientes, en que el 90% deben ser hidratos de carbono complejos y el 10% azúcares simples incluyendo los naturales como la miel y el jugo de las frutas así como también los azúcares agregados de elaboración industrializada. Con respecto a las fibras no son nutrientes esenciales pero contienen beneficios cuando la ingesta es adecuada, r previenen la constipación, mejoran los niveles de glucosa en sangre, de colesterol, mejoran el trofismo colónico y otras enfermedades cardiovasculares hasta incluso el cáncer. Se encuentran en la mayoría de las frutas y verduras, las legumbres y granos.
Proteínas: Es el principal componente estructural del organismo. Es un nutriente indispensable para el crecimiento adecuado del organismo. Su ingesta debe contener aminoácidos esenciales y el nitrógeno necesario para la formación corporal de los aminoácidos no esenciales. La concentración debe ser entre un 10 y un 15% algunas publicaciones hablan hasta un 20%, pero sabemos que aportes mayores a esta recomendación se relaciona a sobrecarga de soluto renal y una movilización excesiva de calcio óseo. Las proteínas de mayor valor biológico son las contenidas en los alimentos de origen animal,aunque podría alcanzarse buenos aportes con una combinación adecuada con fuentes vegetales.
Grasas: Tienen un aporte calórico importante vehiculizan vitaminas liposolubles y aportan ácidos grasos esenciales de los grupos Omega 3 y Omega 6. Su incorporación colabora en la prevención de enfermedades crónicas prevalentes. La recomendación de ingesta de lípidos en niños antes de la adolescencia está cada vez menos restringida ya que se ha observado que las dietas bajas en grasas en niños pequeños pueden aumentar el riesgo de sobrepeso y obesidad. Deben cubrir el 25 al 35% de los macronutrientes, con un 15% de grasas monoinsaturadas( el único relevante en humanos el ácido oleico que se encuentra en el aceite de oliva, girasol, soja, maíz, palta y frutos secos) y el 10% de grasas poliinsaturadas especialmente de Omega 3( aceites y grasas de pescados) y hasta un 10% restante como grasas saturadas . Se recomienda restringir la ingestión de ácidos grasos trans y grasas saturadas eligiendo carnes magras y evitando el consumo de alimentos industrializados procesados, ultraprocesados, comidas rápidas etcétera.
Micronutrientes: incluyen las vitaminas( Vit, D, B12,C,A,E) , minerales (Calcio, Hierro, Fósforo, Magnesio, Zinc) y los oligoelementos.
Para asegurarnos de una alimentación sana y completa debemos tener en cuenta los diferentes grupos de alimentos que son los que van a aportar a cada macro y micronutriente descripto, y estos son:
Lácteos: son la fuente principal de calcio y proteínas de alto valor biológico. Incluye leche yogurth y quesos.A partir de los 2 años y en niños con estado nutricional normal se puede considerar el consumo de lácteos descremados.
Carnes: fuente de proteínas de alta calidad como carnes de vaca, de aves, de pescado y otras. Aportan hierro. Se recomienda cortes magros. La carne de pescado tiene menos contenido energético pero es fuente de ácidos grasos Omega 3 . Huevos de todas las aves se puede consumir uno al día. Se desaconseja el consumo de embutidos y fiambres.
Cereales y pan: es la principal fuente de hidratos de carbono y de fibras, incluye al trigo, avena, cebada, centeno, arroz y sus derivados como fideos, pan, etcétera. La mitad de los almidones deben ser de grano entero.
Frutas y verduras: son fuente de vitaminas principalmente A y C de fibras y minerales. Incluyen a todas las frutas y verduras comestibles la recomendación internacional sugiere 5 al día siempre adecuando el tamaño y la porción a la edad del niño esto incluye cinco porciones diarias entre frutas y verduras preferentemente frescas. Los jugos 100% naturales exprimidos pueden reemplazar alguna parte de la fruta en volúmenes limitados no más de 180 cc por día, pero tener en cuenta que para absorber la mayor cantidad de nutrientes de la fruta lo ideal es el consumo de la fruta entera. Incluír frutas y verduras con aporte de vitamina C (cítricos, tomate, kiwi, etc) y con aporte de Vitamina A.
Grasas y aceites: son también fuente de energía y colaboran en la absorción de vitaminas (girasol, oliva, maíz,etc).
Alimentos y bebidas de consumo ocasional: aportan calorías vacías, no son necesarios para ninguna finalidad y no ofrecen nutrientes saludables. La recomendaciones es restringir su consumo a una o dos veces por semana y no más de 100 calorías al día en todos esos días que se consumen. Su consumo excesivo se asocia a desnutrición, sobrepeso y caries por efecto acumulativo, diarrea y malnutricón. En este grupo se encuentran fiambres, golosinas, snacks, gelatinas o postres industrializados, comidas rápida,s gaseosas, jugos artificiales, bebidas azucaradas, etcétera.
Alimentos funcionales: incluye a los prebióticos, probióticos y simbióticos en los alimentos de consumo habitual, que aunque no hay una evidencia actual para su indicación en la nutrición infantil cuando un niño sano lleva una alimentación variada y adecuada.
Líquidos: El agua debe ser el líquido principal para todas las comidas diarias. Agua y leche preferentemente baja en grasas satisfacen los requerimientos de líquidos diarios en la infancia.
Es importante fortalecer junto a las familias la cultura de la Alimentación Saludable. Los hábitos saludables desde temprana edad son necesarios para la prevención de las enfermedades crónicas no transmisibles y la salud futura de las infancias, pero para eso necesitamos un Entornos Saludables en todos los ámbitos en donde los niños se mueven diariamente a través de la aplicación de la Ley Promoción de la Alimentación Saludable vigente.
USO RESPONSABLE DE PANTALLAS:
En la actualidad vivimos en un mundo de pantallas, abstraernos de ellas sería imposible, pero debemos diferenciar entre el uso de pantallas ocasionales con el uso permanente de ellas y mucho más en su impacto en la infancia. Los principales circuitos neuromadurativos se generan a partir de los 2 años de vida por lo que es un período crítico en el crecimiento y desarrollo del niño. La sociedad Argentina de Pediatría sugiere no exponer a niños menores de esa edad a pantallas salvo que sean comunicaciones con familiares de manera ocasional y reducida.. Inclusive se desaconseja la televisión “como ruido de fondo” pues se han comprobado sus efectos negativos sobre el desarrollo del lenguaje. Luego de los dos años no se recomienda más de una hora de exposición diaria a las pantallas siempre con supervisión adulta y con programas interactivos que inciten al niño a participar .. A partir de los 6 años en adelante es importante establecer límites coherentes sobre el tiempo de exposición y por supuesto que no interfieran con otras cuestiones de su rutina diaria como la alimentación, el sueño, la actividad física, actividad escolar etcétera.
Otra realidad es que en la infancia actualmente el uso de videojuegos no es simplemente un “juego en línea”, sino que son espacios donde los niños se encuentran y comparten con sus pares. El problema lo vemos cuando estos juegos muchas veces ocupan gran parte del día y generan sedentarismo, por lo cual debemos actuar no desde la prohibición ni el enojo, sino desde el disfrute, el consenso, dar pautas claras y ofrecerles otra variedad de experiencias que sugieren construir límites de forma amorosa con el uso de las pantallas. Respetar el tiempo que es importante para los niños cuando realizan esta actividad, ya que a veces también es un medio de encuentro para la realización de tareas escolares y/o encuentros con familiares que se encuentran a distancia.
ACTIVIDAD FÍSICA:
La actividad física en la infancia es un derecho, es muy necesario para el correcto funcionamiento de los órganos el cerebro los huesos y los músculos. Hacer ejercicio al aire libre además ayuda a la exposición al contacto con la naturaleza, el aire y fresco y la exposición al sol para la conversión de la vitamina D a través de la piel. Debemos tener en cuenta que los niños tienen diferentes tipos de actividades físicas las cuales podemos clasificarlas en:
Actividad física ligera: en la cual los niños permanecen sentados varias horas en el colegio o actividades sedentarias no practican deportes en forma regular, emplean vehículos a motor para desplazarse durante el tiempo de ocio permanecen sentados frente a las pantallas o leyendo.
Actividad física moderada: niños cuyo nivel de actividad se encuentra entre la ligera y la intensa.
Actividad física intensa: niños con desplazamientos habituales largos, caminando o en bicicleta dedican varias horas diarias a actividad de tiempo libre o tareas que requieren esfuerzo físico intenso, o practican deportes de alto nivel durante varias horas al día varios días a la semana.
La recomendación es que de 2 a 5 años trabajar la coordinación motriz, el ritmo, agilidad y flexibilidad del cuerpo, como actividad ligera ( estar de pié, moverse, caminar, pedalear en el aire al ritmo de la música,etc), y actividad física vigorosa (saltar, correr, andar en bici, andar en monopatín, etc.)
De 5 a 17 años se recomienda que invertir como mínimo 60 ‘ diarios de actividad física de intensidad por lo menos 3 veces por semana, entre actividades aeróbicas y de fuerza, siempre supervisados por profesionales idóneos y capacitados para cada edad ( por ejemplo: calistenia).
SUEÑO SALUDABLE:
La American Academy of Sleep Medicine, AASM (La Academia Estadounidense de la Medicina del Sueño) brinda pautas útiles sobre el tiempo que los niños necesitan para dormir en las diferentes etapas de su desarrollo. todos los niños prosperan mejor si tienen una rutina nocturna habitual. Privarse del sueño (alteraciones del sueño) con regularidad conlleva a problemas difíciles del comportamiento y a problemas de salud , como irritabilidad, dificultad para concentrarse, hipertensión, obesidad, dolores de cabeza,depresión, etc. Los niños que duermen bien tienen sistemas inmunitarios más sanos y un mejor rendimiento académico, comportamiento, memoria y salud mental.
Las necesidades del sueño varían de persona a persona, y sabemos que el sueño es un proceso madurativo que cada niño irá adquiriendo de manera progresiva. pero existen pautas razonables y basadas en la ciencia para ayudarlo a tener un sueño y descanso adecuados, lo cual es vital para su crecimiento y desarrollo saludable.
En general las recomendaciones por edad son: de 1 a 2 años necesitan dormir 11 a 1 14 hs, 3 a 5 años de 10 a 13 hs, de 6 a 12 años 9 a 12 hs, y de 13 a 18 años necesitan 8 a 10 hs de sueño diario. Dormir suficiente debe ser una prioridad de la familia.
Mantener siempre una rutina diaria. La misma hora para despertarse, para las comidas, para la siesta y para jugar le ayudará a su niño a sentirse seguro y confortable y le ayudará a que la hora de dormir sea fácil. Para los niños pequeños, es recomendable comenzar pronto con una rutina nocturna (cepillarse los dientes, ir a la cama, etc).
Propiciar a la hora del sueño ambiente calmo, oscuro, fresco, evitar que los chicos consuman azúcares y estimulantes durante la tarde y la noche anterior establecer rutinas no inflexibles pero sí que sean constantes como la comida, el baño, las tareas escolares, los deportes,etc.
Se recomienda evaluar la temperatura de la habitación, ofrecer ropa cómoda y confortable, apagar todas las pantallas y no dejar prendido el televisor como “sonido de de fondo”.
Generar entornos saludables desde la infancia hará que el sueño y descanso sean confortables y saludables en la vida futura.
Referencias Bibliográficas
Pronap Nutrición .Módulo 3-Soc. Arg. de Pediatría. Año 2.022
Jové, Rosa(2.006) .Dormir sin lágrimas. editorial El Ateneo,2.014.
Guía alimentaria para la población argentina.2.018. Ministerio de Salud Argentina.
ESPGHAN, 2.018. Ingesta de azúcar, snacks, grasas.
Coalición Nacional para la Prevenir la Obesidad en Niños, Niñas y Adolescente,con el apoyo de Unicef y la Federación Interamericana del Corazón (2.018).Entornos saludables escolares.